PLANTADO

El frío del agua abraza
entre las piedras
a su cuerpo tumbado.
Los sueños se derraman
condenados hacia la nada.
Solo.
Con el silencio de la humillación
deja un mensaje
entre gritos de hermanos
que no encuentran consuelo.
Su rostro es bandera,
sus ojos son fuego.
Mientras los perros de siempre
siguen mordiendo sus talones,
su voz monta en el viento
bramando Justicia.
Una y otra vez.
Y asi
hasta el fin de los tiempos.

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