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Mostrando las entradas de mayo, 2018

Domingo decolorando

el domingo se va decolorando de a poco entre las ramas castigadas de otoño se va entre los últimos sorbos de un mate que supo tener esplendor para volver envuelto de eternidad para tan sólo un suspiro.

Negro

Clavabas tu pulgar en mis costillas cuando te hacía una broma reias con todos los dientes y abrazabas como un padre tu imagen se va reconstruyendo a base de recuerdos fugaces que vienen desde adentro, donde todavía somos felices y nos reímos cómplices del otro.

VALENTINO

Te miro jugar con autitos, creando mundos en voz baja y los deditos, rapidos de reflejos, desatan la imaginación que ya no siento. Sonreís, aplaudís eufórico la exploración entre tu cuerpito y los juguetes mansos va llegando la noche y seguís creando en susurros hasta que detecto tu mirada de costadito y me doy cuenta que todo es una farsa, una torpe (pero ingeniosa) puesta en escena para no bañarte y así ceder al final del juego.

EN EL POTRERO SANTINO

En el potrero Santino se aleja, se va al arco mas allá porque sabe, intuye en su olfato de goleador de la vida que siempre hay que buscar el arco rival para encontrar la felicidad.

VALENTINO VE DINOSAURIOS

Valentino ve dinosaurios en las nubes ahi están, existen, juegan él y ellos a las escondidas a través de millones de años.

DE ROTA

No fue la derrota, fue que hayamos perdido tan inocentes, vul ner ables, i complet s, dilui d  o   s.

HACER RADIO

En el oeste, en el conurbano profundo se tejieron sueños de radio. El fútbol como motor de empuje y la felicidad de latir en un estudio, en un patio de juegos donde recuperar la magia perdida en la infancia, donde el juego siga siendo la esencia de todo lo importante que nos atraviesa, y donde principalmente poder encontrarnos con el otro y con nosotros mismos, hizo que naciera este viaje en compañía de afectos. Porque hacer radio es hacer algo para otro, que el corazón se arrastre en la voz hasta el micrófono y gane la libertad inmensa del éter hasta tantos lugares dónde ser bienvenidos. Porque sobran los motivos para no hacer nada de todo esto pero sin embargo hay uno solo, un único pretexto inequívoco que toma el control de cuanto hacemos en todas las vidas que empezamos una y otra vez que no es otra cosa que encontrarse en esa extraña y visceral sensación de felicidad, al sentirmos mas vivos que nunca.

SOLO YO

Solo yo parezco sospecharlo, todo queda fuera de foco cuando sonreís a mansalva en medio de la realidad.

AVES DE LA PAZ

Empezaron a caminar de grandes tropezando al destino enfrentando al miedo sus pies dejaron huellas en la memoria que no podrán borrar el olvido ni el odio mas madres que mujeres locas con pañuelos en su cabeza que dan vuelta a una plaza buscando a sus hijos que nunca jugaron alli incansables aves de la paz giran en bandadas hasta que el amor las guarde en la historia que merecen desde sus primeros pasos.

CORRER DETRÁS DE ELLA

Correr detrás de ella aunque los pulmones se incendien y las piernas pesen una vida correr, meter todo llegar a ella con lo que queda de humanidad en un salto forzado estirando el pie regando de transpiración la gloria, anticipar y tapársela al verdugo para que no entre sólo al lugar mas vulnerable y nos mande a casa con los bolsillos llenos de derrota.

ALFONSO

Alfonso era mio un poco ovejero alemán y otro poco collie. Bruto, algo cascarrabias pero muy compañero. Mientras yo hacía de las mías, él miraba en silencio. Y cuando se las mandaba él, yo limpiaba para que no lo fajaran. Cuando llegaba a casa lo buscaba en los rincones. Corría tras mi bicicleta por el asfalto de Munro y yo reía de su lengua afuera. Cuando se fue, lo lloré como si hubiera perdido a un amigo. Pasaron muchos años y aun hoy, aunque cambié de casa, a veces lo sigo buscando en rincones nuevos.

DOMINGO SIN FÚTBOL

Un domingo lluvioso sin fútbol es un nueve acomodando el cuerpo abriendo el pie para pegarle y el arquero vencido en el pasto con el guante mordiendo la pelota que va a pegar en el palo e inflar la red.

Y EL DOMINGO

Y el domingo atrevido hasta última hora cierra con lluvia susurrando obsenidades al oido del lunes que ya se entregaba mansito.

NO HUBO ATARDECER

No hubo atardecer en el que no hubiera corrido a vos ahora, mientras la ciudad se baña de sombra, escribo sobre aquellas tardes de otoño que fueron solo palabras.

DETRAS DE UNA VENTANILLA

Al atardecer, detrás de una ventanilla, una ciudad siempre es mejor de lo que es.

UN PUÑADO DE PÁJAROS

Un puñado de pájaros posados en la columna de la avenida ganan más atardecer a la hora señalada.

MIS HIJOS

Toman las hojas entre sus manitos llenas de energía, llenas de sudamérica bajo las uñas y aprietan en puño firme. Luego, aparece la risa revoltosa y con miradas cómplices                                 aire                             al lanzan las hojas      Invirtiendo la naturaleza del otoño se burlan de todo(s) tan pequeños tan rebeldes tan hermosos.

NECESITO

un cuaderno un lápiz un cielo lleno de estrellas un corazón roto todo lo que tengo todo lo que necesito.

NUESTROS AZULES

Un grupo minúsculo de padres unidos y empoderados en un escenario atracciones para el asombro y encontrarnos en la sonrisa de otro  con una marea a sus pies y nuestros azules con la música que da el marco para la emoción mientras caminamos los pasos de la lucha y en cada paso un deseo de inclusión de igualdad para cada uno luego la suelta de globos cierra todo una lágrima, después otra nunca son más de cuatro me hacen pensar que esos globos trepando al cielo simbolizan nuestra ofrenda nuestros azules nuestros guías para un mundo mejor.

VOLVERTE

La lluvia por un lado más los paraguas y las hojas junto al cordón juegan al otoño donde no puedo olvidarte. Y después te olvido me obligo sin más. Entonces es cuando te vas y suelto todo lo que me quedó para poder ser libre. Y en cada atardecer cuando el frío se mete en mis pies busco tu recuerdo para mañana volverte a olvidar.

LA LIBERTAD

Libres fuimos hasta que escuchamos golpes de botas subiendo las escaleras.