DESNUDA
Chicharras a la nochecita
sacuden el espanto
a fuerza de serenata
entre los tejados.
Mientras tanto
la niña vulnerada
en el baldío sueña
los sueños no soñados.
Chicharras a la nochecita
sacuden el espanto
a fuerza de serenata
entre los tejados.
Mientras tanto
la niña vulnerada
en el baldío sueña
los sueños no soñados.
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