SERÁ OTRO DIA
El domingo se cae de los bolsillos y el viento, mientras amontona nubes, trae ese olor a lunes. Vestigios de una música que se aleja, desaparece en una trompeta, se va escondiendo en la memoria. Mañana será otro día, dicen quienes lo enfrentan en una almohada de nidos y alfombras. Pero habrá que salir, correr y mojarse. Porque la vida es un viaje sin refugios permanentes ni reposo que necesita del barro en los pies y el frío en los huesos.
Sino, no hay nada. Ni sombras.
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