Autitos
Te miro jugar
creando mundos en voz baja
y tus dedos
rápidos de reflejos
desatan la imaginación
que ya no siento.
Sonreís
aplaudís eufórico
la exploración entre tu cuerpo
y los juguetes mansos.
Va llegando la noche
y seguís creando en susurros
hasta que detecto
tu mirada de costadito
y caigo
en que todo fue una farsa
una ingeniosa puesta en escena
para no bañarte.
Comentarios
Publicar un comentario